¿Por qué se tiene miedo?

     Según los especialistas, los miedos son normales, tienen una función evolutiva, conectada con la necesidad de preservar la vida y la supervivencia. Debemos ayudar a los niños y a las niñas a superarlos. A medida que el niño crece, adquiere mayor autonomía, los miedos evolucionan y tienden a desaparecer en la adolescencia.

  • Hasta los seis años, los miedos más comunes son: los animales, las tormentas, la oscuridad, los seres fantásticos, las catástrofes o la separación de los padres.
  • A partir de los seis años, a medida que desaparecen los miedos anteriores, se da paso a nuevos temores como la muerte, el daño físico, las enfermedades o los accidentes y, más adelante, a situaciones sociales como el miedo al ridículo, al fracaso escolar o a las desavenencias entre los progenitores.

No obstante, distintos factores pueden influir en los miedos infantiles:
  • Los hijos/as de padres con tendencia a ser miedosos o con trastornos de ansiedad alcanzan mayor proporción de miedos.
  • Los niños y niñas más sensibles o que muestran mayor ansiedad son más propensos a sentir miedo.

Algunos consejos según los expertos
  • No asustar a los hijos para que nos hagan caso.
  • Ante los miedos, mantener una actitud de serenidad y diálogo, no ridiculizarlos y proporcionar a los hijos las herramientas necesarias para superarlos.
  • Comentar que los monstruos son personas disfrazadas .
  • Evitar la sobreprotección.
  • No resaltar su cobardía ante un temor.
  • No ridiculizarle o burlarse ni forzarle a enfrentarse a su temor, debe de enfrentarse lentamente.

Miedo a la oscuridad
  • Crear un ambiente agradable y sereno en el momento de ir a dormir y evitar los juegos excitantes. La luz se debe suprimir de forma progresiva, primero con una lámpara encendida en la mesilla y después con un pequeño piloto o la luz del pasillo, hasta suprimirla por completo cuando haya superado su miedo.

Miedo a los animales.
  • Informarle de los peligros que tiene acercarse a un animal desconocido, pero no crear alarma para intensificar su temor. Conviene leerle cuentos cuyos protagonistas sean los animales que teme, ayudarle a que se acerque primero a los cachorros para mitigar su miedo y reducir poco a poco las distancias con los animales adultos.

Miedo a las tormentas.
  • Es importante dejarle que observe la lluvia y contarle a la vez cómo funcionan los fenómenos meteorológicos, jugar a contar los truenos y calcular el tiempo entre estos y los relámpagos.

Miedo a los seres fantásticos.
  • Enseñarle a reconocerlos como productos de su mundo interno y reconocer que no suponen ningún peligro para su vida. Supervisar la programación televisiva y procurar que no vea películas ni series que contengan imágenes o situaciones fantásticas que no puedan reconocer como irreales.


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